
El litio: un recurso estratégico polivalente
Ampliamente utilizado en las baterías de los dispositivos móviles, el litio ha adquirido en los últimos años una importancia creciente en el desarrollo de la movilidad eléctrica. Pero los beneficios no acaban con estas aplicaciones: su extraordinaria versatilidad se aprecia en otras industrias y tecnologías, que lo reafirman como recurso estratégico mundial.
El litio tiene propiedades únicas que le confieren ventajas frente a otras opciones de almacenamiento de energía. Su combinación única de características, a saber, alta densidad energética, larga vida útil y bajo peso, ha llevado a su uso a gran escala en la fabricación de baterías -conocidas como baterías de iones de litio- que han revolucionado la electrónica portátil, alimentando teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles, tabletas y un sinfín de otros dispositivos. La investigación y el desarrollo en curso han mejorado aún más estas capacidades, elevando la calidad de la experiencia del usuario.
Si se comparan con otras alternativas, como las baterías de sodio, el litio gana fácilmente la carrera: para la misma potencia, las baterías de sodio son más pesadas que las de litio, lo que las hace poco atractivas para la mayoría de las aplicaciones en vehículos eléctricos y dispositivos portátiles. Un átomo de litio sólo pesa un 30% más que uno de sodio, factor que explica en gran medida esta ventaja.
También en el campo de la energía, las ventajas del litio empiezan a otorgarle otro papel protagonista como pieza central de los sistemas de almacenamiento de energía a gran escala, garantizando una disponibilidad continua para la producción de electricidad a partir de fuentes renovables, intermitentes por naturaleza, como la energía solar y la eólica.
De la industria farmacéutica a la química
El alcance del litio como elemento de gran importancia en las sociedades modernas atraviesa los más diversos ámbitos de actividad, algunos de ellos menos conocidos.
En la industria farmacéutica, por ejemplo, el litio se ha utilizado para tratar trastornos del estado de ánimo como el trastorno bipolar y la depresión. La ciencia ha descubierto que el carbonato de litio es un eficaz «estabilizador del estado de ánimo», aunque su uso requiere vigilancia debido a la estrecha ventana terapéutica. Además de este efecto, se sigue investigando el potencial del litio para tratar otras afecciones neurológicas y psiquiátricas.
En metalurgia, el litio se utiliza en aleaciones de aluminio para aumentar la resistencia, reducir el peso y mejorar el rendimiento durante el proceso de soldadura. Estas aleaciones de litio se utilizan ampliamente en la industria aeroespacial y en la producción de componentes de automóviles, contribuyendo positivamente a su rendimiento y eficiencia energética. Otros ejemplos en el ámbito industrial son la producción de revestimientos cerámicos, a los que añade resistencia, y también de vidrio, generando este mismo efecto, además de aumentar el brillo y reducir la dilatación térmica.
El litio también se utiliza en la producción de grasas de alto rendimiento, aportando propiedades hidrófugas, estabilidad térmica y capacidad de lubricación en una amplia gama de temperaturas. Por estas razones, se utiliza a menudo en el mantenimiento de maquinaria y equipos en diversas industrias.
En química, el litio sirve como catalizador en diversas reacciones orgánicas e inorgánicas. Los compuestos de litio son reactivos importantes en la química sintética, ya que facilitan la formación de enlaces químicos específicos y la producción de una amplia gama de productos en esta industria.
El litio es ya un elemento polivalente con un papel importante en diversos ámbitos de nuestra vida, y todo indica que en una economía con bajas emisiones de carbono su importancia no hará sino crecer, con una demanda mundial estimada cuatro veces mayor de aquí a 2030.
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